Cuando se ataca con fuego, hay Cinco Variaciones del Fuego. Se las debe seguir y responder a ellas. Cuando el fuego se enciende dentro del campamento del enemigo, responder inmediatamente con un ataque desde el exterior. Si hay un brote de fuego pero los soldados del enemigo permanecen tranquilos, hay que contenerse y no atacar. Cuando la fuerza de las llamas ha alcanzado altura, se la debe seguir con un ataque si esto es practicable; si no lo es, hay que permanecer donde se está. Si es posible hacer un asalto con fuego desde afuera, no se debe esperar el momento de hacerlo en el interior, sino librar el ataque en un momento favorable. Cuando se inicia un fuego a favor del viento, no hay que ubicarse contra el viento.
Un viento que se levanta de día dura mucho, pero una brisa nocturna cesa pronto. En todo ejército, los cinco desarrollos conectados con el fuego deben ser conocidos, los movimientos de las estrellas calculados, y se deben observar los días apropiados.
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